martes, 3 de junio de 2008

¿Cómo surgió la idea de solicitar una calle en Higuera de la Sierra con el nombre de Pablo Santos?

Un buen día mi padre regresó de la romería de la Virgen del Prado (patrona de Higuera de la Sierra). Hay que aclarar que mi padre hacía más de 15 años que no acudía a tal festejo, aunque su Virgen siempre la tuviera en su cartera, en su mesita de noche y cabecero de cama y por su puesto: en su corazón. Su niñez la vivió entera en este pueblo de la serranía de Huelva donde -asegura siempre- fue muy feliz hasta que un día tuvo rápidamente que marchar a Sevilla por motivos personales, concretamente la muerte de su tío, Pepe Díaz, que era quien lo acogió desde pequeño junto a su Tía Pepa en Higuera de la Sierra. Este hecho marcó un antes y un después en la vida de mi padre pues desde entonces sus visitas a Higuera fueron disminuyendo con el paso del tiempo hasta que terminaron en pocas o ninguna al año. Y todo por un gran motivo: la nostalgia de los buenos recuerdos. Algo que a muchos nos puede suceder…

Pero hace poco tiempo decidió volver a vivir la romería a la que tantas veces había acudido siendo joven y que ahora deseaba de nuevo saborear pese a la nostalgia de los buenos momentos. Ni que decir tiene que disfrutó como nadie y recordó multitud de anécdotas con antiguos y no tan antiguos paisanos. Al contarme cómo transcurrió todo y lo bien que se lo pasó fue cuando apareció el nombre de mi abuelo: Pablo Santos. Mi padre aseguró en su ‘crónica’ de la romería que el nombre de mi abuelo Pablo salió a relucir en toda conversación que mantuvo con todos los romeros higuereños, pues como me describió: “Parecía que el abuelo seguía vivo allí. Todos recordaban lo que el abuelo quería a su pueblo y lo que hizo por la Hermandad de la Virgen del Prado”. Esta frase me hizo mucho qué pensar y fue cuando reflexioné a cerca de que lo que hacemos en vida muchas veces no pasa desapercibido o se borra con el paso de los años, todo lo contrario, más bien, como en el caso de mi abuelo, mucho de lo que se hace en vida puede recordarse después e incluso influir en el futuro de muchos. No hay cosa más reconfortante que reconocer los méritos de personas que ya no están entre nosotros en cuerpo, pero sí en alma.

Desde ese momento comencé a recabar información sobre mi abuelo, de la relación que mantuvo con su pueblo querido: Higuera de la Sierra. Hablé con personas mayores que lo conocieron, conocidos, hijos de otros tantos, miembros y ex miembros de juntas de la hermandad de la Virgen del Prado tanto de Sevilla como de la matriz, recopilé en una caja escritos suyos, homenajes que le dieron, actas de fundación de la H. de la Virgen del Prado de Sevilla, cartas de distintos alcaldes de Higuera agradeciéndole su labor como cónsul en Sevilla de Higuera (popularmente le pusieron este apodo), analicé detalle a detalle entrevistas en radio y televisión que le realizaron donde siempre hablaba de Higuera como si fuese el concejal de fiestas, y después de todo confirmé mis sospechas: Pablo Santos vivió por y para su pueblo, no había ningún momento donde él no hablara de su Higuera de la Sierra, su Virgen del Prado… además, corroboré que fue uno de los principales promotores para que la capital de Andalucía contara en su callejero con una calle con el nombre de Higuera de la Sierra, curiosamente a menos de 200 metros de donde él mismo residía. En suma, según consta en el acta de la Hermandad de la Virgen del Prado de Sevilla, fue uno de los propulsores de la fundación de esta Hermandad, logrando incluso -con tesón- un lugar privilegiado para venerar una réplica de la Virgen del Prado en Sevilla, precisamente en una capilla situada junto a la Iglesia del Salvador. (Esta capilla se encuentra hoy en restauración pero en pocos meses, según informan desde la H. de la Virgen del Prado en Sevilla, volverá a abrirse al culto).

Una vez recopilada toda la información sobre la vida y obra de mi abuelo, caí en la idea de que de alguna manera, todo lo que hizo por y para Higuera de la Sierra, había que homenajearlo. Y qué mejor forma que solicitar una calle en “su higuera de la Sierra” con el nombre de Pablo Santos López.

La idea caló en mi padre con gran emoción pero a la vez con sospecha negativa. “Hijo, me parece muy bonito y justo pero tú sabes cómo van las cosas en la política”, y añadió “aunque el abuelo no fue nunca de ningún partido siempre habrá quien lo considere de izquierdas o de derechas, por lo que gustará o no la idea”. Rápidamente respondí: “tienes en parte razón, pero si no mal recuerdo ahora en Higuera está como alcalde un joven al frente de un partido independiente”. Debo reconocer que mi padre quedó sorprendido por mi respuesta pero no por ello dejó de cuestionar mi propósito. No obstante, continué mi exposición: “me he informado por la prima Miriam que vive allí y el alcalde tiene muchas nuevas ideas y está en la labor de hacer cosas muy interesantes, iniciativas nuevas”. Además, puntualicé: “Esto no es un tema político Papá, el abuelo hizo cosas importantes por Higuera y tan sólo vamos a pedir que el pueblo reconozca lo que hizo, eso no tiene nada que ver con la política y no debe mezclarse”. Tras nuevas matizaciones propias de mi padre decidimos junto con la familia y gente del pueblo iniciar tal propósito.

Lo primero fue concretar una cita con el actual Alcalde de Higuera de la Sierra, Manuel Fal Mena, para que atendiera nuestra petición. Una vez concretada la cita, redactamos un escrito donde se solicitaba una calle con el nombre de Pablo Santos en Higuera de la Sierra. Finalmente nos reunimos con el Alcalde una mañana del X de 2008. La reunión fue bastante distendida sobre todo por la sencillez que transmitía el Alcalde, quien calificó la iniciativa de “muy buena”. Curiosamente, su familia siempre mantuvo un contacto cercano con Pablo Santos al que, por cierto, le apreciaban mucho. Finalmente, el Alcalde –el cual nos atendió fenomenalmente- concluyó la reunión comentándonos que estudiarían la solicitud en el próximo pleno y que se nos informaría al respecto.

En todo este tiempo, tras correrse la voz de la iniciativa, tenemos que subrayar que hemos recibido multitud de felicitaciones por la idea, apoyo de todo tipo de personas que conociendo o no a Pablo Santos sabían de su labor por el pueblo, y muy especialmente el aliento de muchos higuereños y sobre todo de la familia que tanto recuerda y añora a Pablo Santos.

Por último, quiero finalizar con las mismas palabras que concluía Pablo Santos cualquier discurso o carta:

¡Viva Higuera de la Sierra! Y ¡Viva la Virgen del Prado!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita iniciativa, sí señor. Bien narrada. Animo el proyecto puesto que conocí mucho a Pablo y puedo asegurar que hizo mucho por Higuera de la Sierra. Siempre hablando de su betis y de su Virgen del Prado, no tenía otra conversación el tío...

Felicidades por la iniciativa. Ojalá se consiga...estaré al corriente a tavés de este magnífica página web.

Anónimo dijo...

¡Qué bien narrado! interesante iniciativa. Tuve una casa hace muchos años en Higuera de la Sierra y conocí a Pablo Santos en una romería. Era un hombre encantador y siempre siempre hablaba de su Virgen del Prado y de su pueblo. desconozco quién está ahora como alcalde pero la verdad es que este hombre sí se merece una calle en Higuera. Estaré al corriente del tema a tavés de este blog. ¡Enhorabuena por esta página!

Anónimo dijo...

Buscando información en gogle sobre Higuera me he encontrado con esta web. Me ha sorprendido mucho y para bien. ¡Claro que era Pablo Santos! si no me equivoco fue vocal cuando se fundó la Hermandad de la Virgen del Prado de Sevilla, por lo que no dudo que fuera uno de sus fundadores. Espero que el actual alcalde considere para bien tal iniciativa. Felicitaciones a la familia por todo esto.

Anónimo dijo...

En la familia había o hay una forma de definirlo: "Pablo Santos". A él, le honramos llevando un poco de su manera de ser por donde vayamos , aunque no lo sepamos. Un abrazo .